Segundo test de pretemporada para el Sevilla FC y segunda igualada, nuevamente con sensaciones positivas. Primero por la gran primera mitad del equipo, en la que fue muy superior al Sporting de Portugal y se adelantó pronto con un buen gol de Tecatito.
Y también por levantar el Trofeo de los Cinco Violines en el Estadio José Alavalade, ante un equipo, el lisboeta, que se recompuso en la segunda mitad, en la que fue más incisivo que los sevillistas hasta acabar batiendo la meta de Dmitrovic a diez para el final. Los penaltis fueron los encargados de decidir el vencedor y ahí el Sevilla fue más certero, hasta el punto de que sus seis lanzadores vieron portería.
Como ya se empezó a ver hace una semana en Corea del Sur, el Sevilla FC de esta nueva temporada tiene muy presente la necesidad ya no solo de tener el balón, voluntad característica del fútbol de Lopetegui. También persigue que su equipo sea más vertical, presione muy arriba e intente aprovechar los errores del rival en zonas peligrosas. Rasgos, todos ellos, que ya se habían visto desde la llegada del vasco a Nervión, pero que las circunstancias de una plantilla muy mermada dificultaron su aparición en la recta final del pasado ejercicio.