El portero portugués Beto ha revelado en una entrevista que él y su familia fueron objeto de amenazas de muerte después de detener dos penaltis que dieron la victoria al Sevilla en la final de la Europa League de 2014 contra el Benfica. En una tanda de penaltis muy polémica, Beto detuvo uno de los penaltis después de moverse antes de que el paraguayo Óscar Cardozo lanzara, sin que el árbitro hubiera ordenado repetir.
En la entrevista, Beto admitió que se movió antes de uno de los penaltis de la final, lo que le valió amenazas de muerte y secuestro por parte de ultras del Benfica. “Entiendo, de corazón, la frustración, pero de ahí a amenazarme de muerte, a mi madre, a mis hijos, que secuestraban, que raptaban, que mataban, eso para mí no tiene calificación”, relató.
Beto también destacó su respeto por el Benfica como institución y afirmó que las amenazas vinieron de “media docena de personas que no tienen pasión por el fútbol, tienen una enfermedad por un club”. Además de las amenazas, según él mismo, fue incluso criticado por defender contra un equipo de su país.