

El enfado con Vitolo y, por ende, Margarita Garay, alcanza límites monumentales. La semana pasada, nadie del club del Ramón Sánchez Pizjuán quería saber absolutamente nada de Bahía. El director deportivo del club, Óscar Arias, marchó con el equipo a Japón y dejó este asunto en manos del club. Sin Junior, dimitido, el enfado sevillista con Bahía va tomando niveles más pragmáticos. El Sevilla no va a llamar a la puerta de Bahía y por ello tendrá que ser la agencia de representación la que dé el paso. El jugador ha ofrecido un simbólico ramo de olivo de paz con el gesto de fotografiarse con Jesusito en su quinto aniversario. En el club han tomado nota del gesto y esperan la llamada de Navas y sus agentes para reconducir la situación.